¿Conoces los tipos de degeneración macular asociada con la edad?
05 Octubre 2023
La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) es una afección ocular común que afecta principalmente a personas mayores de 50 años. Esta enfermedad puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, ya que puede afectar la visión central, dificultando tareas como leer, reconocer rostros y llevar a cabo actividades cotidianas. La DMAE se presenta en dos formas principales: seca y húmeda. A continuación, explicaremos en detalle cada una de estas formas y sus características distintivas.
- DMAE seca
También conocida como atrofia geográfica, es la forma más común de degeneración macular asociada con la edad. Se estima que representa alrededor del 85-90% de los casos de DMAE. En esta forma, se presentan pequeñas acumulaciones de desechos celulares, conocidas como drusas, debajo de la mácula. Con el tiempo, estas drusas pueden aumentar en número y tamaño, dañando gradualmente las células de la mácula y reduciendo la visión central.
Características de la DMAE seca:
- Drusas: la presencia de drusas, que son depósitos de proteínas y desechos celulares, es un signo distintivo de la DMAE seca. Estas drusas pueden ser detectadas durante un examen ocular.
- Progresión gradual: la DMAE seca tiende a progresar más lentamente que su contraparte húmeda. La pérdida de visión central puede ocurrir gradualmente a lo largo de los años.
- Síntomas tempranos leves: en las etapas iniciales, los síntomas pueden ser leves o incluso imperceptibles. A medida que la enfermedad avanza, puede haber visión borrosa, distorsionada o áreas oscuras en el campo visual central.
- DMAE húmeda
La DMAE húmeda, también llamada neovascular o exudativa, es menos común pero más agresiva que la forma seca. Aunque solo representa alrededor del 10-15% de los casos de DMAE, es responsable de la mayoría de los casos de pérdida grave de visión asociada con esta enfermedad.
Características de la DMAE húmeda:
- Crecimiento anormal de vasos sanguíneos: en la DMAE húmeda, vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la mácula. Estos vasos pueden filtrar sangre y líquidos, causando daño a las células retinianas y agravando la pérdida de visión.
- Visión distorsionada: uno de los síntomas distintivos de la DMAE húmeda es la visión distorsionada, donde las líneas rectas pueden parecer curvas u onduladas.
- Pérdida rápida de la visión: a diferencia de la forma seca, la DMAE húmeda puede causar una pérdida de visión central más rápida y dramática.
El diagnóstico de la DMAE implica un examen oftalmológico completo, que puede incluir pruebas como la angiografía con fluoresceína para evaluar la forma húmeda. Si bien no existe una cura definitiva para la DMAE, existen enfoques de tratamiento que pueden ayudar a ralentizar la progresión y mejorar la calidad de vida de los pacientes. En el caso de la DMAE seca, los tratamientos pueden incluir la adopción de un estilo de vida saludable, suplementos vitamínicos y terapia visual. Para la DMAE húmeda, las inyecciones intravítreas de medicamentos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) pueden ayudar a controlar el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos.