Una clara visión es el resultado del paso de la luz a través de un ojo con forma perfecta, lo que permite un claro enfoque en la retina.
Existen imperfecciones que afectan diversas estructuras del ojo –córnea, cristalino, retina– que ocasionan los llamados defectos refractivos. Los más conocidos son los siguientes:
Miopía (mala visión de lejos)
Ocurre cuando la córnea es muy curva y/o el ojo muy largo, por lo que la luz se enfoca antes de llegar a la retina causando que los objetos lejanos se vean borrosos.
Hipermetropía (mala visión de cerca)
Ocurre cuando la córnea es muy plana y/o el ojo muy corto. La luz se enfoca después de haber llegado a la retina, causando que objetos cercanos y, en algunos casos, lejanos se vean borrosos.
Astigmatismo
Ocurre cuando la córnea es ovalada y provoca que la luz se enfoque en más de un lugar con relación a la retina, lo que causa que imágenes tanto cercanas como lejanas se vean borrosas y distorsionadas.
En el Instituto Espaillat Cabral, utilizamos la tecnología más avanzada para FemtoLasik. Contamos con el láser de femtosegundo VISUMAX 800 y el láser excímer MEL 90 para la corrección precisa de la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Esta tecnología es 100% libre de bisturí y ofrece una precisión sin precedentes en los procedimientos visuales correctivos.
En la primera etapa, el láser de femtosegundo VISUMAX 800 se utiliza para crear un flap delgado en la córnea con una precisión excepcional, lo que facilita una recuperación rápida y reduce el riesgo de complicaciones. Una vez creado el flap, este se levanta para exponer el tejido corneal subyacente.
A continuación, se emplea el láser excímer MEL 90, para realizar la ablación corneal, es decir, para esculpir y remodelar la superficie de la córnea. Tras la remodelación, el flap corneal se reposiciona sin necesidad de suturas, lo que permite una rápida adherencia natural. La combinación de estas tecnologías avanzadas garantiza resultados visuales óptimos y una recuperación rápida para el paciente.
FemtoLasik tiene el potencial de mejorar no solo cuánto ve el paciente, sino también la calidad de su visión, refinando aspectos como la capacidad de diferenciar matices en colores y brillos, y la calidad de la visión nocturna, disminuyendo o eliminando la sensación de deslumbramiento o sensibilidad a la luz durante la noche.
Previo al procedimiento, el oftalmólogo realiza una evaluación ocular general y realiza estudios diagnósticos especializados para determinar si el paciente es candidato al mismo. Entre los requisitos están:tener 21 años o más; prescripción estable por más de un año y córneas sanas. No son candidatas aquellas personas con ciertas condiciones médicas, mujeres embarazadas y lactantes.
La recuperación es prácticamente inmediata, pudiendo retornar al trabajo al día siguiente del procedimiento. El período de reposo para lectura intensa es de dos a tres días.
El resultado final es la visión más clara y nítida que se puede lograr, reduciendo o eliminando la necesidad de gafas o lentes de contacto. La corrección lograda es evidente desde el día siguiente y la visión definitiva se estabiliza durante los siguientes días.