Toxina botulínica en oftalmología
21 Abril 2022
La toxina botulínica es una sustancia producida por la bacteria Clostridium botulinum, la cual es usada con fines medicinales como un poderoso bloqueador de las señales que los nervios envían a los músculos. Se administra mediante inyección subcutánea y su aplicación solo debe ser aconsejada y realizada por un profesional médico. Debe usarse en pequeñas dosis para prevenir una intoxicación muy delicada llamada botulismo.
Seguramente has oído hablar de los beneficios de la toxina botulínica para combatir los signos del envejecimiento. Por ejemplo, es posible aplicarla en los párpados para mejorar el aspecto de los párpados caídos, lo cual a su vez ofrece al paciente más amplitud en su campo visual. Por esto es también muy útil en el área de la oftalmología.
Uno de los usos más habituales es la aplicación en el área de los párpados para combatir los movimientos involuntarios provocados por afecciones como el blefaroespasmo. Al inyectarla en los músculos del párpado, se consigue la parálisis de los mismos y los temblores oculares involuntarios se detienen.
Otro uso muy demandado en oftalmología estética es la elevación de la cola de la ceja para crear una mirada más joven y femenina.