¿Qué es la fotoqueratitis?
15 Septiembre 2022
La fotoqueratitis es una afección ocular dolorosa y temporal causada por la exposición a los rayos ultravioleta (UV), normalmente procedentes del sol. La fotoqueratitis puede compararse con una quemadura solar, salvo que afecta a la córnea del ojo en lugar de la piel. La exposición a los rayos ultravioleta puede dañar temporalmente la córnea (la parte transparente del ojo que cubre la pupila) y la conjuntiva (una capa de tejido transparente que cubre el interior del párpado y el blanco del ojo).
“La ceguera de la nieve” es un tipo de fotoqueratitis que se produce cuando los rayos UV se reflejan en la nieve y el hielo. Es más frecuente cerca de los polos norte y sur, o en regiones montañosas donde el aire es más fino y ofrece menos protección contra los rayos UV.
Los rayos ultravioleta pueden dañar sus ojos. En particular, los rayos UV-A y UV-B del sol pueden causar daños a corto y largo plazo en los ojos y afectar a la visión. Aunque el sol también emite radiación UV-C, estos rayos son absorbidos por la capa de ozono y no dañan los ojos.
Además de la luz solar directa, otras fuentes de luz ultravioleta que pueden causar fotoqueratitis son:
- la luz solar que se refleja en los ojos desde la nieve, el hielo, el agua, la arena o el cemento;
- las lámparas utilizadas en cabinas de bronceado;
- la luz láser;
- lámparas de vapor de mercurio;
- lámparas halógenas de escritorio;
- rayos;
- chispas eléctricas;
- mirar directamente al sol, por ejemplo durante un eclipse solar, puede causar un daño más duradero y grave -una quemadura- en la retina.
La exposición prolongada, incluso a pequeñas cantidades de radiación UV, puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas o degeneración macular. La exposición a los rayos UV se acumula con el tiempo. La exposición prolongada a los rayos UV también puede causar elevaciones de tejido en la superficie del ojo. Estas se denominan pinguéculas y pterigión. Utilizar fielmente las gafas de sol cuando se está al aire libre puede limitarlas.
La luz visible azul y violeta emitida por los ordenadores y los teléfonos inteligentes, también puede ser perjudicial para la retina y constituir un factor de riesgo de degeneración macular en el futuro.