
Ojo vago o ambliopía
13 Octubre 2022
La ambliopía, u ojo vago, se produce cuando un ojo se vuelve más débil que el otro durante la infancia o la niñez. El cerebro favorece al ojo que ve mejor, lo que permite que el ojo más débil empeore con el tiempo.
Los síntomas más comunes son:
- dificultad para distinguir la proximidad o la distancia de algo (percepción de la profundidad).;
- entrecerrar los ojos o cerrar un ojo;
- inclinación de la cabeza.
Causas
- Errores de refracción. Un ojo puede estar mucho mejor enfocado que el otro. El otro ojo puede ser miope o hipermétrope, o podría tener astigmatismo (visión distorsionada o borrosa). Cuando el cerebro recibe una imagen borrosa y otra clara, empieza a ignorar la borrosa. Si esto se prolonga durante meses o años la visión del ojo borroso empeorará.
- Estrabismo. Es cuando los ojos no están alineados como deberían: uno puede girarse hacia dentro o hacia fuera. Las personas que tienen estrabismo no pueden enfocar sus ojos juntos en una imagen, por lo que suelen ver doble.
- Cataratas. Un cristalino nublado dentro del ojo puede hacer que las cosas se vean borrosas. La visión en ese ojo puede no desarrollarse como debería.
- Párpado caído (ptosis). Un párpado caído puede bloquear la visión.
Factores de riesgo
Un niño puede tener más probabilidades de tener un ojo vago si:
- ha nacido antes de tiempo (prematuro);
- tiene antecedentes familiares de ambliopía u otras afecciones oculares;
- tiene discapacidades en el desarrollo.
La detección precoz es importante porque el tratamiento es más eficaz cuando se inicia pronto. Dependiendo de la causa, puede implicar:
- Corregir cualquier problema de visión subyacente, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. La mayoría de los niños con ambliopía también necesitan gafas para ayudar a sus ojos a enfocarse.
- Cirugía, si una catarata bloquea la luz que entra al ojo, o si el estrabismo impide que sus ojos se muevan juntos como deberían.
- Llevar un parche sobre el ojo fuerte para obligar al cerebro a utilizar el débil. Al principio, al niño le costará ver. Su visión mejorará, aunque puede tardar semanas o meses. Después, no tendrá que llevar el parche todo el tiempo.
En el Instituto Espaillat Cabral contamos con oftalmólogos pediátricos. Haz tu cita online.